Veo por los cristales, mil ventanas cerradas,
oscuras por el frío.
Un frío que no está fuera, sino dentro.
La muerte se recrea en el tiempo,
mirando a los ojos de los que están dentro.
Pobres ignorantes y soberbios
patética vuestra historia y vuestra cobardía.
Juegan vuestros niños
con nieve cubierta de arena negra.
En la orilla del despropósito y olas de intolerancia.
Ríen con sonrisas de hiena.
Torturáis sus vidas
y sus gemidos vuelan pintados de gris,
de los que maman en sus vientres todavía.
Y vuestras rodillas sangran vergüenzas,
por vuestra sumisión...
Os vendéis por un duro, que guardáis en el estiércol
vuestros bolsillos.
Vuestras arengas son mentiras.
Los cristales se rompen por las luces que entran como un rayo.
Y pegaso alados, con aristas de plata devoran
vuestros besos y vuestros ojos calcinados.
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Se prohíbe su reproducción .
Foto de la red.
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