martes, 13 de febrero de 2024

GRULLA


Creamos un mundo de budas y leones de fu,
los marcamos en nuestra piel, y sobre ella pasaron 
las estaciones de la vida.

Flores en primavera y golondrinas en el puerto.
Vinieron las tormentas de invierno, donde nuestras manos y
nuestros corazones se helaron.

Ya no tenemos cosas en común, mis pasos son más lentos, 
y tu bella sonrisa se borró de tu rostro, ahora sueñas con volar, 
como las grullas en otoño.

Se duerme el reloj que marca el tiempo, en mis sueños y en mis cosas...
Las tenues brisas juegan con las nubes, libero mi mente de cosas 
sin importancia y de caminos que no me llevaron a ninguna parte.

Los gorriones me saludan por las mañanas, buscando su pan, 
una promesa cumplida a lo largo del tiempo.
Medito mientras los árboles de cerezos, cantan al sonido del viento.

Y en el templo el incienso invade cada rincón de las almas que meditan, pero no encuentro la paz.
El tigre que hay dentro de mi ruge con gran poder.

Busca salir, sus garras afiladas rompe mi piel interior, 
tiene sed de venganza, se apodera de mi corazón y de mis ojos.
Te veo volar, mis ojos se cierran bajo la sombra de los cerezos en flor.

Mi alma descansa de una vida de sufrimiento, recuerdo a mis antepasados y veneros sus nombres...
Cae la última flor del cerezo y el poeta suspira su último aliento
¡Llega el verano!

Derechos Reservados – Propiedad Intelectual de la autor. 
Se prohíbe su reproducción.Foto de la red


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