Cómo morder una manzana roja,
cuyo sabor se hace uno, en mi boca.
Tu piel es suave al tacto y tersa,
tus curvas enamoran.
Mirarte, es deseo y lo demás tonterías.
Morder fuerte, para extraer toda tu esencia.
Descubriendo con cada mordisco
la intensidad y lo rica que eres...
Recorrer tu piel, con mis labios húmedos
¡No tiene precio!
Lo que haces sentir tú, a dioses y a humanos,
fruta codiciada por la historia.
De amantes, mujeres y hombres
de ricos y pobres, de sabios y locos.
Es necesario que caigas del árbol
para dar vida, no quedarte en él.
Vida que depende de mi.
De esas semillas, que están en el centro,
del cosmos de un universo paralelo.
Donde danzan más de siete mil quinientas
variedades de manzanas rojas, verdes y amarillas.
Te cojo con mis manos, y te devoro
como un animal come y desgarra la carne
y bebe su sangre.
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Foto de la red
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