Buscando, momentos para amar, momentos para complacer...
Aquellos que tú, dejaste de darme, por tu cobardía y traición.
Hoy conocí a una gatita, que se transformó en una tigresilla, y luego en Laura.
Toda en ella, de una gran belleza, una diosa en mi cama, una geisha
en el arte de amar.
Su porte, su educación y dulzura me embriagaron, y borracho de amor, comencé a besarle, el frío de su primer beso me hicieron excitarme.
Le tome su rostro con mi mano y con la otra abrace su cintura,
ella quería el control, tomo mi mano de la cintura y me la bajo a sus nalgas, la cual apreté, y su otra mano se fue a tocar mi cremallera.
Sedienta de deseo, quería tocar y comenzar a disfrutar...
Nuestros besos nos llevaron en dirección a la cama, allí me mimetice como un pulpo a una roca, cubrí toda su piel bese, todo lo besable.
Laura comenzó a gemir de placer, en un momento me llevo al centro de la cama y frente a mí, iluminada por la luz de las velas de la habitación, fue ver una diosa, convertirse en mujer.
Sensualmente se quitó sus bragas ya mojadas por mi labios,
me las tiro a mi cara, y las recibí gustoso, como el trofeo de una guerra que comenzaba ahora.
Se vino a hacia mí y sello mis labios con un dedo, y suavemente me dijo al oído ¡Disfruta!
Y allí, disfrute de sus delicadas manos y de sus suaves besos.
Quería incorporarme para besar sus pechos y sus labios y comenzó un juego de seducción, me empujaba a que me tumbara y tomo ella el control, entre fugaces besos de deseo y pasión, mordiendo mis labios.
Cabalgo como una amazona experimentada y gemido, tras gemido, venias sus orgasmos y se corría sobre mi abdomen, exhausta y sin aliento se tumbó sobre mi cuerpo.
Esto era solo el principio dijo, ¡Claro replique!, aún no hemos comenzado...Y gemido tras gemido cinco orgasmos conseguidos, ya no puedo más, exclamo y yo le miraba...
¿Qué miras? A ti...
¡Me he enamorado! No se lo dije, se reía y comenzamos a hablar, mirándonos a los ojos y disfrutando del momento.
Laura, para ti esto será solo un polvo, para mi es algo especial.Ingenuo de mí que aun crees en el amor, solo son mis carencias, o mis deseos de amar, buscando un todo, y no encontrando nada. Laura, inmortalizas la belleza y la sensibilidad, en los pequeños detalles de la vida, princesa de la luna, ninfa de la noche, laureles de oro coronan tu cabeza de victoria y de poder, dejas huellas en mi piel y en mi corazón.
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