martes, 22 de octubre de 2024

OTRA NAVIDAD SIN TI



¡Contigo tenía que hablar! 
Otra vez te he dejado sin navidad, ya por un año más.
Esta vez ya ni si quiera ponen, el dichoso árbol, que yo invente.

¿Tedas cuenta, ya nadie se acuerda de ti?


Ni siquiera mis nietos saben de tu existencia, 

algo hizo mal el poeta.
Todo es marketing, anuncios y consumismo.

Y allí estoy yo, recibiendo a los niños con una

Coca-Cola y una foto para el recuerdo.
¿Dime algo, de que te sirvió venir a nacer en un portal? 
Y aún más en ¿Belén?

¡Murieron tantos niños por ti, y yo no pude dar contigo.
Eras un bebe hermoso y protegido, todo lo que hiciste fue para 
que al final, se cumplieran las palabras de los profetas y sus  profecías.

¡Que sepas que todas, las navidades son tristes!
Las familias ya no están unidas y juntas, muchos murieron, 
muchos están solos, y no existe la bondad ni la amistad.

¡Y tú claro, te dejas morir y van y te matan en una cruz! 
Y algunos otra vez, te recordaran en semana santa, pero allí estoy 
yo de nuevo, con fiestas paganas en las imágenes y sus múltiples vírgenes...
¡Ellos ni siquiera conocen tus mandamientos!

Y yo les o frescos una semana de vacaciones y se olvidan de ti...


En cambio en esta Navidad, yo alegro a los niños, 
les hincho a golosinas y regalos para sus mentes ególatras.
Les compramos móviles y una consola y a desconectarlos.

Y a sus padres, les hablo a sus consciencias para que crean 
que hacen algo bueno. ¿Por ellos viniste a nacer?
Si ni siquiera, celebran tú nacimiento.

¿Crees que comparten el pan de su mesa, en esa noche?
¡Con la viuda, el huérfano, el pobre, el hambriento 
o el inmigrante!


¿Y tu pueblo, dónde está tu pueblo?

Como un riachuelo, que corrió por las montañas

de galilea, por miles de años… ¡Trate de destruirlos!
Dividiéndolos, matándoles, fue entonces que me uní a ellos.


Cambiando los tiempos y la ley, les ayudo a celebrar fiestas
paganas, recuerdas la adoración de tu pueblo, al becerro de oro,
a orillas del monte del Sinaí.

¡Les ofrezco ese punto pagano! Sabés qué me encanta...


Ahora tengo a miles buscando comida, en los contenedores de basura, comiendo desperdicios y muchos no comen.

Desamparados y desplazados y refugiados por las guerras.


Muchos mueren en el mar y en sus orillas, por falta de humanidad.

Me deleita poder destruirles y los otros aparentando ser felices, pobres almas mortales, preparándose para celebrar una falsa Navidad.


Derechos Reservados – Propiedad Intelectual de la autor.  
Se prohíbe su reproducción .
Foto de la red.

No hay comentarios: