-¿Nos conocemos?, ¿Tomamos un café?
-Claro, pero lo prefiero en tu casa...
- ¡Perfecto!
¡Cuanto deseaba conocerte! Te miraba siempre distante, veía tu sonrisa, tus
gestos, tu cuerpo exuberante, tu pelo ondulado, tus maravillosos ojos. ¡Cuánto
te deseo!
¡Y por fin hoy vienes a casa!
Fue entrar y mirarnos, y ambos estábamos dispuestos a
conocernos, todos los
sufrimientos vividos, quedaban atrás.
Era tiempo de charlar, de conocernos de romper lo establecido.
Ambos estamos en una búsqueda yo del amor, y tú de disfrutar.
¡Ese amor que debe llegar solo!, que nos
conecta desde la creación. A través de un hilo rojo, una conexión
predeterminada entre dos almas. ¿Serás tú, la destinada para mí?
Podríamos amarnos sin importar el tiempo o el lugar, no importará que el
hilo, se pueda estirarse o enredarse, pero si, que no se rompa nunca.
¡Al final te ofrecí un café y elegiste un zumo de piña!
Yo hablaba sin parar, como de costumbre en mí, producto del nerviosismo. Pero a cada mirada de tus ojos, y del brillo, que emanan, me fui calmando, con el único pensamiento de querer besarte.
Y tú te fuiste abriendo, poco a poco hablándome de ti...
De tus vivencias, de tu sufrimiento, lo cual agradecí mucho.
Ahora no solo quería besarte, sino también
quería abrazarte fuerte.
¡Pero la distancia del sofá nos separaba!
Mantenía la
postura, soy un caballero, ¿Te dije me gustaría besarte? y sonreíste... ¡Te dije, es una cosa de dos!...Cambiaste de tema, muy sutil, pero en el fondo lo estabas
deseando, lo notaba en tus labios, en tu mirada.
Llegó el momento, terminan las fiestas del pueblo, las luces
engalanan la noche, y te
lleve a conocer mi hogar, la oscuridad se fue abriendo paso, a paso, a través de las escalera.
Subimos, y en
la oscuridad del desván, tome tu rostro y lo acerque a mis labios y nos unimos en un beso inesperado, ¡No reaccionaste!, te dejaste llevar, éramos dos adolescentes explorando el
deseo y la intensidad.
Nuestros besos, iban subiendo a sensaciones indescriptibles, nos
fundimos en unos besos, correspondidos, ¡Que felicidad!Busque tu cuerpo, con mis manos…
Mis sentimientos expresaban un amor consciente, tú te dejaste llevar y no
parábamos de besarnos, éramos uno, tus manos recorrieron mi cuello y cintura y
fue una entrega total.
Nuestras lenguas se entrelazaron y daban paso a una mayor entrega, bese tu cuello
delicado, tus orejas y sentía tus gemidos.¡Las luces se fueron apagando, detrás de ti!
Tomé tu mano y te lleve a mi cama, todo era perfecto, mágico
¡No sé qué tiempo, nos besamos!...
Y nos dejamos llevar por un juego de seducción, reíamos y nos abrazábamos
fuerte deseando el no separarnos.
¡Tomaste un rol, inesperado para mi!…
¿Porque no detener el tiempo, cuando las personas, se están amando?Continuará...
Derechos Reservados – Propiedad Intelectual de la autor. Se prohíbe su reproducción .Foto de la red.
No hay comentarios:
Publicar un comentario