miércoles, 31 de julio de 2024

VERDE ESMERALDA




Llegaste en tu carruaje blanco...
Salí a recibirte te vi muy frágil, como el más bello 
y delgado cristal de Murano.

Inocente, de voz suave, como una suave brisa 
en un atardecer, o como el sonido de una mariposa 
al emprender el vuelo. 

Tus ojos verdes esmeraldas, se escondían de mi rostro. 
Y yo te decía mírame no dejes de mírame, y poco a poco, 
me miraste y todo cambio.

Viniste a mí y nos besamos,
y suavemente te sentaste en tu trono.
tomaste mi mano, y me mirabas a los ojos...

Ahora, sonreías, ahora estabas cómoda, te rinde pleitesía, 
y te amé, mi sumisión fue total, el silencio la invadía todo, 
las velas y el incienso llenaban de luz y de aroma la habitación.

Nuestros cuerpos sudaban, y disfrute mucho tu postura 
en forma de ele.
Muy cómodos nos besamos y besamos.

El tiempo pasó, sin darnos cuenta.
Amanecía para nosotros, un nuevo amanecer de muchos 
encuentros, le deje marchar, de lo contrario le secuestraba 
para siempre.

Derechos Reservados – Propiedad Intelectual de la autor. 

Se prohíbe su reproducción. 
Foto de la red

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