que yace en la cama esculpida, con un sobrecogedor
realismo, y una exquisita delicadeza.
Te observo y amo tu belleza, dura piedra blanca,
transparente, te envuelve una aura celestial.
¡Tus ojos serán difíciles de olvidar!
Brillan en la oscuridad de mi alma, tu pelo es un torbellino,
tu sonrisa perfecta, tu silencio es música para mis oídos...
¡Calma mi demonio!
Tus respuestas, son claras y concisas, tienes tus
medidas perfectas, eres un frasco pequeño entre
perfume y veneno mutable, e inteligente.
Todo lo planeaste, con esa carita angelical, de la
A hasta la Z, nada fue normal.
¡Esperaba yo tu respuesta, una mirada especial, alguna señal!
Eran nuestros corazón los que latían fuertes,
cuando mirábamos nuestros labios, yo los tuyos y tú los míos,
sabía que deseabas besarme, ¡Lo pude tonar!
Cuando diste tú, el primer paso, al abrazarme.
cuando puse mi cabeza en tu pecho, entendí que me
deseabas, te respete como tú, te lo merecías.
Luego al no parar de besarnos...
¡Me volví de blanco mármol y yací en tu cama!
Y te amé.
Derechos Reservados – Propiedad Intelectual de la autor.
Se prohíbe su reproducción .
Foto de la red
Se prohíbe su reproducción .
Foto de la red
No hay comentarios:
Publicar un comentario